martes, 2 de marzo de 2010

Jorge Garay J., Secretario del Praesidium Reina de los Ángeles San Borja – Lima - Perú

El presente texto fue realizado en base a la obra de S. Luis Ma de Grignion de Monfort, El Secreto Admirable del Santísimo Rosario, se incluyen algunos extractos escritos en letra cursiva.

Estimado legionario, hoy te invito a que conozcas el verdadero significado del Santo Rosario, después de esta lectura tu rezo ya no será el mismo, hoy comprenderás el gran valor de esta oración e incluso pasará por tu mente rezarlo todos los días.

Cómo nace el Rosario?, quien dice que debemos rezarlo? Es necesario hacerlo?... son preguntas que pueden surgir de pronto, en especial en nosotros que lo rezamos siempre en la junta del Praesidium.

En el año 1214 Fray Domingo entró en un bosque durante tres días y tres noches, durante aquel tiempo se mantuvo en constante oración, penitencia e incluso se autocastigaba, todo ello por la conversión de los pecadores. Hizo esto hasta agotar toda su energía, hasta caer casi sin vida en las entrañas del bosque, fue entonces que se apareció La Santísima Virgen María acompañada de tres princesas del cielo y le dijo:

“Sabes querido Domingo, de que arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?”.. Santo Domingo respondió: “Oh! Señora tú lo sabes mejor que Yo; porque después de Jesucristo, tu Hijo, tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación”… La Virgen María contestó: “pues sabes, la principal pieza de la batalla ha sido el salterio angélico, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos, predica mi salterio”.

Se dice Salterio por que contiene tantas avemarías (ciento cincuenta) como salmos tiene el salterio de David.

El Beato Alano de la Rupe restauró esta devoción en 1460 y la voz del pueblo llamó a esta santa oración: Rosario, es decir corona de rosas. Recordemos que la rosa es la reina de las flores, la más hermosa y elegante de todas. Cada Ave María representa una rosa blanca y cada Padre Nuestro, una rosa roja. La Virgen María se apareció nuevamente y en varios ocasiones insistiendo en el rezo de esta oración como sucedió en Fátima 1917 cuando dijo a los tres pastorcitos: “Quiero que recen el rosario todos los días”

Todo hijo siempre quiere ver feliz a su madre, por ello, siempre piensa en regalarle lo que más le gusta, ahora nosotros como hijos de la Virgen María, ya conocemos ese secreto ya sabemos que es lo que más le gusta a nuestra madre, lo que más le hace feliz, sabiendo ello cómo quedarnos con los brazos cruzados y no dárselo, como estar frente a ella con nuestras manos vacías, démosle el regalo que tanto quiere, démosle una hermosa corona de rosas, ofrezcámosle hoy día hermanos legionarios un Rosario, un Santo Rosario a nuestra Santa Madre María.

Hermano legionario, ahora tienes que saber como dar ese regalo, procurar que las hermosas rosas no se maltraten, para ello debes saber como rezar el rosario. Les recuerdo que una sola Ave María bien recitada vales mucho más que ciento cincuenta mal hechas.

Si hasta hoy has rezado el rosario lleno de distracciones o queriendo acabarlo rápido (error que muchos comenten), entonces de poco ha valido tus oraciones. Pero no te preocupes hoy lo vas a hacer diferente.

El rosario es una oración mental y vocal, mental como que se medita cada uno de los misterios y vocal por que se recitan las oraciones.

Se recomienda rezar el Santo Rosario en estado de gracia, o con la intención de estarlo. El rezo debe hacerse con mucha atención sin distraernos, hay que esforzarnos para que nuestra mente se concentre en las palabras que estamos diciendo, hay que rezar con el corazón. El rosario no es un juego, si lo rezamos por rezar antes de ganar alguna gracia ganaremos un maldición, pues en la Biblia dice: “Maldito el que ejecuta negligentemente la obra de Dios”(Jer.48,10). Hay que rezarlo con modestia, si es posible de rodillas, con las manos juntas y entre ellas el Rosario. Hay que dejar atrás la excusa de que no tenemos tiempo, ya que podemos dividir el rezo del Rosario en varias partes del día, no es necesario que lo recemos todo completo en un solo momento. Finalmente, procuren rezar el rosario salmodiar es decir hacerlo públicamente a dos coros como se hace en la junta o en los rosarios comunitarios, todo esto ayudará que la hermosa corona de rosas se vea mejor presentable ante los ojos de nuestra Madre y de Dios.

Rezar el Santo Rosario nos hace conocer más a Jesús y a María en la meditación de cada misterio, ello nos acerca más a Dios llenando nuestro corazón de amor permitiendo florecer muchas virtudes convirtiéndonos en mejores personas, capaces de vencer todo mal y tentación y definitivamente saldar todas nuestras deudas con Dios. El beneficio de rezar el Santo Rosario es casi incalculable, se cuenta que una mujer reconocida por su gran fe, se confesó con Santo Domingo, este le indico que rece un rosario como penitencia y que procure rezarlo todos los días, la mujer rezó el rosario como penitencia pero después no lo hizo más, pensó que con ir a misa diariamente, con hacer penitencia, ayunos era suficiente, sin embargo, cuando se encontraba en oración entró en éxtasis y su alma se vio obligada a comparecer ante San Miguel que saco una balanza, en uno de los platillos puso los pecados e imperfecciones y en el otro la oración y los ayunos que había realizado en su vida, sin embargo no era suficiente para equilibrar el peso, la mujer pidió a la Virgen María para que abogue por ella, y de pronto cayo en el platillo el Rosario que había rezado como penitencia, fue tanto su peso que contrarrestó a los del pecado. Luego de ello fue donde Santo Domingo a contarle lo sucedido y prometió rezar el Santo Rosario todos los días.

Inclusive el Rosario como objeto físico tiene un gran poder de salvación, muchas personas poseídas eran atadas con el rosario para que los demonios salgan de sus cuerpos. Al R.P. Juan Amat de la Orden de Santo Domingo, predicando la cuaresma en un lugar del reino de Aragón le trajeron una joven poseída, y después de haberla exorcizado varias veces inútilmente, le puso al cuello su Rosario, comenzando ella a dar gritos y aullidos espantosos, diciendo. “Quítame, quítame estos granos que me atormentan”. Por fin, el Padre, compadecido de ella le quitó el Rosario del cuello. La noche siguiente el R. Padre estaba descansando en su lecho, los mismos demonios que poseían a la joven vinieron a él furiosos para apoderarse de su persona, pero con su Rosario, que tenía fuertemente cogido en la mano, a pesar de los esfuerzos que hicieron para quitárselo, los golpeó y arrojó diciendo. “Santa María, Nuestra Señora del Rosario, ampárame” . Cuando a la mañana siguiente iba ala iglesia, encontró a la desgraciada joven aún poseída; uno de los demonios que estaba en ella, empezó a decir, burlándose del Padre: “¡Ah! Hermano, si no hubieras tenido tu Rosario ya te habíamos arreglado, entonces el Padre arroja de nuevo su Rosario al cuello de la joven, diciendo: “Por los sacratísimos nombres de Jesús y María, su santa Madre, y por la virtud del Santísimo Rosario, les mando, espíritus malignos, salir de este cuerpo inmediatamente”; en el acto tuvieron que obedecer y quedó libre la joven. Esta historia pone en relieve la fuerza del Santo Rosario para vencer toda clase de tentaciones de los demonios y toda clase de pecados porque las cuentas benditas del Rosario los ponen en fuga.

Ahora legionario, ya conoces las bondades del rosario, la manera en cómo rezarlo, y la total confianza que es la oración que la misma Virgen María ha pedido que recen. No lo dudes, regálale una corona de rosas con la mejor presentación posible, reza y vive el Rosario como debe ser, más aún si eres legionario, y al igual que Santo Domingo, sigue la instrucción de María y predica el Santo Rosario a quienes no lo conocen y enseña a rezarlo como debe ser a aquellos que no lo saben.

Nuestra santificación y la salvación de las almas son nuestros objetivos como legionarios, utilicemos el Santo Rosario como herramienta para lograrlo. Hay mucho por hacer, empecemos a rezar, desde ahora.