viernes, 11 de septiembre de 2009

La valentía apostólica


“No puedo”, “mejor más adelante”, “es complicado”, “mejor no”, “no alucines, nunca lo podremos hacer”… frases de cobardía frente al inicio de un nueva obra para Dios, no nos gusta lo nuevo, huimos al cambio incluso sabiendo que es para mejor, tenemos miedo, sin embargo en el alma del legionario el miedo no tiene cabida cuando se trata de hacer alguna obra para Dios. Sepan todos que una de las principales características del legionario es su valor, en un mundo como el nuestro donde predomina la violencia, las drogas, vicios enfermizos y una adoración al dinero cada vez más fervorosa y escandalosa, solo el valor legionario podrá derrotar a cada uno de estos males mundanos y alcanzar la victoria del amor.


El apostolado, actividad capital del legionario, desde los días de los apóstoles Pedro y Pablo, ha quedado evidenciado que produce muchas contrariedades como resentimientos, falta de comprensión, burlas como que nos creemos santurrones, críticas airadas donde nos dirán que lo hacemos no sirve, humillaciones, ataques y ultrajes de todo tipo. Sin embargo, nuestro valor hará que, a pesar de todo, nunca nos desanimemos.


Recordemos los escritos bíblicos de los Hechos de los Apóstoles cuando Pablo va a Roma y lo apedrean, recordemos cuando vemos en las noticias que en pueblos de provincia apedrean e incluso queman a los ladrones que atrapan, tratando de hacer justicia popular, de esa misma manera fue Pablo maltratado a golpe de piedra y tierra hasta que ya no pudiese quejarse, hasta verlo muerto, lo arrastraron y lo llevaron lejos para que nadie encuentre su cadáver, sin embargo, no murió, quienes iban con él lo encontraron y al verlo vivo se estremecieron, pensaron que Pablo ya no iba a predicar, que ya nunca se atrevería a hacer el apostolado que Dios le encargó, pero Él con una valentía sin límites siguió con su obra y les dijo a los demás para animarles y para que crezca su fe: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios” (Hechos 14, 22) y si alguno de ustedes legionarios sufrió complicaciones al hacer algún trabajo inspírense en esta gran valentía apostólica, y si no es suficiente, recuerden las palabras que Dios dijo a Pablo en un sueño: “No temas, sino habla, y no calles, porque Yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal…” (Hechos 18, 9-10)


El apostolado es una labor de la cual todos como legionario nos debemos sentir responsables, no debe existir ni un solo día en que no comuniquemos el mensaje de amor que hoy vivimos hacia los demás, a pesar de la fatiga, padecimientos, privaciones, peligros, entre otros, nada nos debe imposibilitar hacer el apostolado que logrará convertir al mundo y salvar a todas las almas.
¿Es posible vivir así, predicando en cada momento, en cada día?, ¿algún legionario lo ha hecho de esa manera, aparte de Frank Duff?, déjame contarte que sí, muchas, una en especial, que tuvo una auténtica alma de fuego, su nombre es Alfonso Lambe, el fue en América “el gran misionero del Evangelio, el incansable caminante de Dios”… “Se hizo indio con el indio, mestizo con el mestizo, coya con el coya, para ganarlos para Dios, se hizo de todos, hermano” (Orlando Luna, 1993). Él sufrió con todos ellos la pobreza, el abandono y la marginación, como si fuera un auténtico hermano. El apostolado para este siervo de Dios siempre fue una necesidad imperiosa. El decía: “Mañana puede ser muy tarde para salvar un alma”. También comprendió que el Mensaje de Amor de Dios, solo podría tener un efecto en los demás si lo proclamaba con el testimonio de su propia vida. Por ello, hermanos, debemos primero vivir el Amor de Dios, nuestra conversión es primero, a partir de ella, dando como testimonio nuestra propia conversión, lograremos la conversión de los demás, de esta manera el apostolado triunfará, sabemos que no será fácil, pero si logramos crecer en nosotros el verdadero amor y valor legionario, todo será posible, un legionario sin valor es inconcebible, el Manual de la Legión, que todos estudiamos, es muy claro y enfático en este aspecto, nos dice lo siguiente: ¡Un legionario sin valentía! Habría que decir aquello de San Bernardo: “¡Vergüenza ser miembro delicado bajo una cabeza coronada de espinas!


No seamos parte de esta vergüenza. ¡Vamos jóvenes! hay que comprometernos a ser Auténticos Legionarios de María, salgamos y llevemos la palabra de Dios, obremos en la Virgen Peregrina, en las visitas domiciliarias, la biblioteca ambulante, el heroico rescate callejero, los Pioneros y tengamos la iniciativa de proponer cada vez más trabajos que ayuden a difundir el mensaje de Dios.

¡Que nuestra valentía apostólica, No tenga límites!

Jorge Garay, 23 años, Tesorero del Pr. Reina de los Ángeles afiliado a la Curia Nuestra Señora de la Alegría.


Referencias Bibliográficas:
- Orlando Luna, G (1993) El Corderito, Alfonso Lambe Siervo de Dios. Argentina. Impresiones Asociación Mutual Mariana.
- Concilium Legionis Mariae (2009) Manual de la Legiónde Maria. Perú.
- Suenens, L (2001) Teología del Apostolado. Argentina. Impresiones Asociación Mutual Mariana.

Pronunciamiento sobre el lamentable acontecimiento ocurrido en Bagua

Mi nombre es José Castro Aguilar, tengo 19 años y soy miembro del praesidium María Reina de los Ángeles, Parroquia Nuestra Señora de la Alegría, Lima, Perú. Envío el siguiente link con el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Peruana, dirigida por Monseñor Miguel Cabrejos, y la Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, sobre el lamentable acontecimiento ocurrido en Bagua:
http://enlacenacional.com/2009/06/05/defensoria-del-pueblo-y-conferencia-episcopal-se-pronuncian-sobre-acontecimientos-en-bagua/

Asimismo, mando otros links en el cual se puede encontrar un resumen sobre el acontecimiento ocurrido:
http://larepublica.pe/bagua-masacrehttp://peru21.pe/noticia/296477/policia-muerto-enfrentamiento-nativos-baguahttp://www.larepublica.pe/claro-y-directo/06/06/2009/un-gobierno-en-la-curva-del-diablo

Los hechos sucedidos son desde cualquier punto de vista lamentable, pero, sin lugar a duda, ponen en juicio a la sociedad y al gobierno. No es solo un problema de carácter político que compete las organizaciones del Estado (como muchos en Lima creemos, y vivimos nuestro modo de socialización sin importar lo que sucede en el resto del país) sino que el carácter social-histórico que abarca es de gran magnitud que conlleva al cuestionamiento incluso de la razón humana. Es deplorable la actitud del gobierno de, primero, no reconocer su error en LA NO PARTICIPACION DE LOS PROCESOS de acuerdos de libre mercado internacionales, donde se indica la explotación de tierras amazónica, de los nativos y comunidades de esa zona; para que luego, estando establecido este requisito de diálogo como parte esencial de los tratados, el estado, con su vocero, Yehude Simon, diga que esto es una "movilización política", donde es "absurdo" que "las propiedades de todos los peruanos" sea reclamado por solo "un grupo de peruanos". Es irónico pensar que al fin y al cabo, estas tierras no serán explotadas por peruanos, sino por empresas transnacionales.
Sin embargo, el hecho de hoy, demuestra que el gobierno no ha optado por el diálogo y ha censurado las demandas. Asimismo, cabe cuestionar la gran incompetencia del parlamento, de no predecir estos sucesos, y de no optar por escuchar la demanda de derogatoria de la ley y los decretos legislativos 1015 y 1073 que facilitan la venta de tierras comunales. Además, es lamentable la actitud del dirigente Pizango, debido a las acusaciones que se les imputa. Hay que entender que estas tierras son propiedades de los nativos, y que se ha cometido la injusticia de firma un acuerdo de comercio sin el dialogo de ellos, y de no escuchar el reclamo de sus demandas.

Nosotros, como cristianos católicos, debemos tomar posición activa en estos conflictos. Mucho se dice y se cuestiona sobre la posición de la Iglesia Católica en la política. Se dice que es una posición pasiva, ajena a esto. Pero acaso no compete a todo el país esta situación? El reconocer la existencia de estos conflictos, y, el actuar con sentido de justicia y socialización representan una praxis cristiana. La Conferencia Episcopal ya se pronunció al respecto, recordando históricamente que Jesús fue quien vino a reivindicar a los hombres desterrados de sus tierras por el gobierno romano; asimismo, sucede en la actualidad. Muchos misioneros ya se han pronunciado al respecto, pero pareciera que en Lima, la capital, hacemos oídos sordos. La muerte de 12 policías, y solo Dios sabe cuántos nativos, son razones para motivar a la comunidad a tratar de hacer algo y cambiar esta realidad. No es un discurso marxista, ni progresista, ni apelo a un proletariado de vanguardia, aplicó a la razón humana de la defensa de los derechos establecidos, de un sentido de reconciliación con aquellos que por mucho tiempo fueron maltratados y marginados.
Así como Jesús fue a curar a los leprosos enseñando que la misericordia es el acto social de reconocer la ayuda al prójimo, asimismo reconozcamos pues el deber moral y ético que nos concierne a nosotros como ciudadanos de proteger los derechos de todos.

"He visto la humillación de mi pueblo y he escuchado su clamor…" (Cf. Ex.3,7)
http://www.crp-conferperu.org/index.php?option=com_content&task=view&id=79&Itemid=1

Espero realmente que este mensaje sea de reflexión debido a que no solo representa creo yo un enfoque sobre lo que sucede, sino, la libertad de expresión de la que uso para expresar la necesidad de actuar."Nunca des explicaciones. Tus amigos no las necesitan. Tus enemigos no las creen." Oscar Wilde

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